La niña se acerco atraída por blancos globos,
Era un parque verde iluminado, por sus azules ojos,
Los arboles cantaban melodías, para que la niña avanzara con su paso,
Mientras, sus pies la conducían a un brillo incandescente,
Una pelota roja rozo sus brazos,
Si la niña la seguía perdería su magia,
Perdería el lazo,
Ella se vio atraída y cuando quiso tomarla,
Perdió sus zapatos,
De pronto un dragón quemo sus trapos,
La niña asustada corrió a la salida, pero era en vano,
Se volteo y el dragón miro sus ojos, y mientras el se volvía cenizas,
La niña daba pasos,
Hacia el brillo del ocaso.
